El seguro de arrendamiento es un alivio que le garantiza a los propietarios o arrendadores de un bien inmueble (locales, oficinas, bodegas, casa, apartamentos,…) la posibilidad de asegurar el ingreso que representa el arrendamiento de su propiedad pese a que se dé por parte del arrendatario el incumplimiento de las condiciones acordadas en el contrato, esto, con el fin de proteger su patrimonio y su estabilidad financiera.
La póliza se encarga principalmente de cubrir los cánones de arrendamiento y cuando sea el caso la cuota de administración, sin embargo, también está la posibilidad de incluir coberturas adicionales como servicios públicos y asistencia domiciliaria.
Para su trámite, es necesario que la compañía de seguros realice un estudio tanto del arrendatario, para lo cual se solicitaran documentos básicos del mismo, así como el diligenciamiento de un formulario que permitirá que la aseguradora cuente con suficiente información para determinar su aprobación, una vez cumplida esta etapa que no tardará más de un día, la compañía allegará el contrato de arrendamiento que deberán suscribir las partes, así como la póliza correspondiente.
Cuando se presente el incumplimiento por parte del arrendatario, el arrendador deberá dar aviso a la aseguradora, para que esta pueda entrar a pagar los cánones (y cuota de administración) que el “inquilino” ha dejado de pagar y así no perjudicar a quien de buena fe, ha permitido el uso de su bien inmueble.
Después de ello, será la compañía de seguros, quien se encargará de adelantar todo el trámite con el incumplido con relación al cobro de su deuda, sin que el arrendador tenga que verse inmiscuido en un proceso judicial.
Adquiriendo la póliza de arrendamiento no solo asegura el ingreso que supone el cánon de arrendamiento, sino que también se ahorrará los gastos propios de un proceso judicial de cobro y de lanzamiento, y trámite que implica el desalojo ante las autoridades.